23 Tajos bastaron para dejar el suelo de mi habitación llena de sangre , 23 solo eso bato , para que mi pieza quedara toda manchada. Con una mano de cuando me quise levantar en la pared. Con manchas en la pared de mi braso ensangrentado. OCHO pastillas bastaron para que yo durante dos días no supiera lo que hacia. Fue rara la sensación de vacio que sentí al hacer los tajos mas profundos que hice en mi vida. Mi vieja lloro lo que yo no llore cuando me corte , mi papa de lo único que se quejaba mientras yo quería morir era que la computadora no andaba muy bien y bueno es cuierto pero no tengo la culpa de todo. Mi abuela limpio toda mi pieza menos la pared que quedo inpregnada en sangre bordo que no se cuando saldrá. Nadie supo las pastillas que me había tomado. Yo pensé que al dia siguiente me hiban a internar o algo asi y empece a despedirme de las personas que me importaban. La única que me respondió fue Daniela , mi mejor amiga , que no entendía porque yo le mandaba eso. Nadie mas entendió el porque de mi mensaje de despedida. Las heridas en mis muñecas siguen sin dolerme. No me dolieron cuando me las hice , tampoco mientras se infectan tampoco. Estan llenas de pus y me molestan pero no duelen. Llorando le dije a mi madre “Mama no me duele cuando me corto , por que no me duele cuando me corto ?” con lagrimas en mis ojos no dejaba de repetir eso y que quería hablar con Ezequiel necesitaba escuchar su voz. Escuchar el te amo que en ese momento no me dijo pero tampoco me importo. Ya pasaron TRES días y todos siguen como si nada. Yo todavía tengo el dolor en mi corazón y en mi conciencia que no me dolio los profundos tajos que me hice. Y por supuesto también tengo las marcas y cicatrices.
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